Una noche descubrí la cara oculta de la luna.
Me di cuenta que ya no quería seguir mirándola, admirándola. Que no es por mi ventana la única por la entra su luz cuando oscurece. Que va por ahí iluminando otras noches como si fueran únicas, como hizo con la mía.
Eterna menguante….ya nunca me parece verte llena.
Disimulo intentando buscar la cara iluminada que una vez fue baúl de mis secretos. Pero ya no alumbras nada.
Y ahora sé que prefiero una noche oscura a dejar entrar tu luz por la rendija de mi ventana.
2 comentarios:
Fantástico. Lo mejor que te he leído hasta ahora.
Muchas gracias :) Me alegra mucho que te guste.
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