En un descampao de Granada de cuyo nombre no quiero acordarme.....

Heme aquí, en una pérdida de tiempo más, huyendo esta vez de mi práctica de Algoritmos Genéticos. Sí, los datos también se “aparean”, no estoy loca. Producen descendientes mejorados y hasta pueden sufrir mutaciones. Si a nivel humano que te crezca un brazo en la frente es una putada (perdón) a nivel computacional cambiamos de sitio un par de datos de un vector y…..voilà! 0.000005 microsegundos menos que tarda la ejecución.

Pensando en esto, me he dado cuenta de lo afortunada que soy por no haberme vuelto completamente loca después de 5++ años de carrera. Si lo pensáis somos los apestados de la sociedad, nos usan para solucionar sus problemas (y para los que no sois del gremio, con “solucionar los problemas” no me refiero ni a formatear ordenadores, ni a entender para que sirve el programa “cualquierasabeloquehace1.4”) y después de usarnos nos tratan de locos, frikis y hasta de raros!

Por ejemplo, aquí en Granada: está el campus de la Salud, el campus de la Cartuja, el campus de Fuentenueva…. ¿Pero en qué campus está la escuela de Informática? Pues en el campus de “Atomarporculo”. Que para quien no lo sepa es justo allí donde Granada pierde su nombre y empieza a llamarse Maracena, al lado por supuesto de Bellas Artes, que por otro lado usan lo que antes era “la casa de los locos” (ni a caso hecho le buscan mejor sitio), compartiendo espacio con ese entorno bucólico que es el mega-descampao ideal para que te roben el portátil y al laíto justo de las vías del tren. Eso sí, nos han puesto un “Mercadona” al lado, que si morimos de algo que sea por un ataque de prácticas, pero nunca de inanición.

Nos han construido un edificio que parece un hospital subvencionado por Porcelanosa. Porque ¿alguien sabe qué pinta en mitad de un edificio blanco un módulo de azulejos azules? Quizás se les acabó la pintura. O teniendo en cuenta que allí está la biblioteca y la cafetería, quizás lo han hecho para que no se nos olvide que allí están los dos sitios menos visitados por los informáticos: un lugar donde existe información en papel, sí, hay vida más allá del formato digital; y un lugar donde poder encontrar un poco de vida social e insultar a Capel en grupo rodeados de los cuadros semi-pornográficos-picassianos que nos han colgado los de bellas artes.

Y con esta estampa “”””idílica“””” aún me pregunto, ¿por qué después de 5++ años seguimos allí? Quizá hay un ente superior (y no es Linux, chicos) que nos está seleccionando para formar una nueva raza: donde los niños nacerán con una PDA bajo el brazo; donde sólo se podrá ligar por Internet y nuestros cerebros ya no pensarán sino que procesarán la información a través de un cerebelo multinúcleo. Podremos hacer download de toda la información necesaria para un examen. Celebraremos el día del Orgullo Friki. Creeremos en un dios todopoderoso llamado Son Goku. Y viviremos en la República Independiente de la Informática, donde los jardines estarán llenos de cactus pochos y ubicada (por supuesto) en el entorno bucólico que nos ofrece el mega-descampao que hay al lado de la escuela.